En ese instante, a dos personas en el mundo un hombre y una mujer, al mismo tiempo, a una distancia muy grande de separación entre ellos, a causa de una cascada de rayos cósmicos, provenientes de la estrella mas cercana a la tierra después del sol, se les detuvieron las manecillas de los relojes marcando la misma hora. Pero esta historia no es de ellos, si no de una pareja extraña sentada en un café mas común que corriente y viceversa, en un lugar común, en un pueblo común, en la noche de un día cualquiera. Tenían adentro cerca de una hora y media y después de tener los dos sus cafés servidos, empezaron a platicar del clima, de como la nieve cubrirá este pueblo completamente en tan solo un par de meses,de como las lluvias habían pasado y por fin todo estaba seco, era otoño, hasta que de él se escuchó: gracias por estar aquí, me daban tantas ganas de que esto ocurriera antes pero no se tenía los suficiente que platicar, no había punto común o encuentro a pesar de que ya nos habíamos conocido y encontrado en distintas locaciones, tal vez no por coincidencia debo de aceptarlo, pero es que no creo en la suerte, recuerdas como te conocí , te había visto varias veces cruzar a la misma hora los lunes la calle que paso para ir al trabajo. Un día perdí el control de mi mismo y mi llanta fue a quedar justo debajo de la tuya , tiraste muchas cosas de la canastilla pero los dos llevábamos prisa así que se recogió todo y seguimos adelante, de ahí comencé a verte por todos lados, detrás de la biblioteca, en un restaurante de comida rápida, afuera del cine, incluso una vez en el bar donde estuvimos a tres centímetros de distancia e intercambiamos dos palabras, pero jamas me hubiera imaginado que aceptaras venir, y es que estoy enamorado de ti, de como eres, de lo que representas, incluso de como te ves, se tu camino y me gusta, pero bueno, te propongo acompañarte el mayor tiempo posible, claro , sin cruzarme en tu camino o tu en el mio y guardando las adecuadas distancias de algo que empieza. Se que no te gustan los días lluviosos o muy calurosos como a mi , que prefieres un buen paseo a un domingo en casa, que no te gusta como el óxido cubre los metales ni como el hielo se funde con el agua. Ves te conozco mas de lo que crees, y fue una suerte ser acercados atraves de un amigo cercano, por que quería, nó, por que necesitaba conocerte, y esta noche es justa, no hace el frío suficiente como para no permitirnos estar aqui bajo las estrellas, la luna es perfecta y los mosquitos han desaparecido por el cambio de estación. No, no te pido nada, te propongo, no estoy en condiciones de pedirte, ni siquiera se realmente que te he dicho durante esta hora y media pero espero que no estés aburrida ya, así es esto ahora, no mas vueltas, esto sera de conocerse aún mas, no hablo de compromisos que no podamos cumplir, o de estar juntos a todo momento, ni siquiera de despertar juntos, espero que esto sea gradual para que sea disfrutable y placentero, como el hacer ejercicio por las mañanas, al principio es difícil, no hay mucho que sostenga la disposición pero poco a poco se vuelve indispensable, eso es, lo planteo como una fase de conocimiento mutuo, un “estamos en lugar de un somos”, ¿que es lo que me dices?, ¿que cruza por tu cabeza?. Y eso es precisamente lo que mi bicicleta le esta diciendo a la tuya en este momento, justo ahí donde están estacionadas, gracias por aceptar esta cita para ellas, y por el bien de ellas, esto debe seguir pasando...
GmJ
